Mezcla de maíz y soya y el poder del procesamiento con alta fricción
La mezcla de maíz y soya (CSB) es un producto alimenticio enriquecido a base de maíz y soya molidos, que suele enriquecerse con vitaminas y minerales.
Se utiliza ampliamente en programas humanitarios y de ayuda alimentaria y es una alternativa asequible para combatir la malnutrición, especialmente en poblaciones vulnerables como niños, mujeres embarazadas y ancianos.
El valor nutricional, digestibilidad y vida útil de la CSB mejoran significativamente cuando se procesa mediante extrusión en seco con alta fricción, lo que la hace ideal para programas globales de alimentación.
La extrusión en seco con alta fricción eleva rápidamente la temperatura de la mezcla, desnaturaliza los factores antinutricionales y gelatiniza los almidones preservando los nutrientes clave.
A diferencia de los métodos convencionales de cocción o hervido, la extrusión en seco crea un producto estable y denso en nutrientes que pueden almacenarse durante largos periodos de más de un año sin que se arruinen.
Para fabricar CSB mediante el proceso de extrusión, se introduce en la extrusora una mezcla de soya descascarillada y maíz molido cuyas partículas sean del mismo tamaño, generalmente en una proporción de 70:30 u 80:20.
Esta mezcla puede adaptarse en función de las metas nutricionales o las preferencias regionales.
El proceso de extrusión cuece por completo los ingredientes, de forma que se mejora la digestibilidad tanto de las proteínas como de los carbohidratos.
Una vez que se deja enfriar, el material extruido suele molerse hasta obtener un tamaño más fino y consistente, y se enriquece con una mezcla de vitaminas y minerales, como hierro, zinc y vitaminas del grupo B, para satisfacer los requisitos dietéticos establecidos por organismos como el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
La CSB resultante puede envasarse en bolsas a prueba de humedad y distribuirse a cualquier parte del mundo.
Como ya se ha mencionado, la CSB se utiliza principalmente en programas de asistencia alimentaria, como iniciativas de alimentación en las escuelas, raciones para campos de refugiados y programas de nutrición materno-infantil.
Es una sustancia práctica y accesible, en particular en entornos de escasos recursos, ya que puede prepararse como papilla simplemente agregando agua hirviendo.
Dada su larga vida útil, simple preparación e integridad nutricional, la CSB es una herramienta esencial para las operaciones interesadas en combatir el hambre en el mundo.
Los productores pueden garantizar una calidad, seguridad y funcionalidad constantes mediante la extrusión en seco con alta fricción, lo que ayuda a suministrar nutrición vital donde más se necesita.
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